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martes, 4 de octubre de 2016

El Masón ante la Sociedad

 

  

El Masón ante la Sociedad

 Todos los hombres que llevamos dentro de nuestra mente, la convic­ción de que desempeñamos en forma fiel y sincera, la misión que nos corresponde desarrollar, para con nuestros semejantes; debemos sentir la SATISFACCIÓN DEL DEBER CUMPLIDO, tal y cual lo hemos ju­rado, al prestar nuestra protesta ante el Altar de la Logia en que por pri­mera vez, vimos la LUZ simbólica de la VERDAD.

Es por eso que el presente Tema, se refiere a la Segunda Pregunta, que aparece sobre la Plancha Triangular, que encontramos dentro del Cuarto de Reflexiones, antes de ser iniciados, y a ello también se refieren, los principios contenidos en este Trabajo, que por sí solo, encierra un cúmulo de enseñanzas de MORAL y de CIVISMO, superiores a las que pro­bablemente ya conocemos.

También por esa razón, principiaremos por conocer a nuestros Seme­jantes, y por saber cuáles son los lazos de unión que nos ligan a ellos, como factores que indiscutiblemente, se vienen encadenando, como una serie de actos correlativos, que vienen siendo los que nos conducen, hacia el conocimiento de nuestros DEBERES SOCIALES; por lo mismo, bus­caremos, en primer lugar, el Origen, el Significado. la Definición y el Simbolismo, de:

La palabra SOCIEDAD, y vemos que deriva de la Lengua Latina “SO­CIETAS-ATEM”, vocablo que significa o que se refiere a una Reunión de personas, de Familias, de Pueblos o de Naciones; es también una agrupa­ción de individuos, constituida legalmente para desempeñar o de des­arrollar, determinadas actividades, en cuyo caso, reciben distintas deno­minaciones, que van de acuerdo con el carácter de sus funciones adminis­trativas o de cualquiera otra índole, y así tenemos a la SOCIEDAD REGULAR COLECTIVA, que se forma con la anotación de los nombres de todos los Socios, para el fin de que puedan participar, proporcional­mente de los mismos derechos y obligaciones; la SOCIEDAD COMAN­DITARIA o EN COMANDITA, que es aquella dentro de la cual, encontra­mos dos clases de Socios, unos que, gozan de derechos, con determinadas obligaciones, como sucede en la Sociedad Colectiva antes expresada, y otros que se denominan COMANDITARIOS, mismos que tienen limitadas. sus responsabilidades a determinada cuantía, en el orden orgánico y en el administrativo; la SOCIEDAD ANÓNIMA, que es la que se constituye, por medio de la emisión de acciones, pero sin tomar el nombre de sus componentes, aunque pone su administración en manos de sus propios mandatarios; la SOCIEDAD COOPERATIVA, que viene siendo una agru­pación, formada generalmente por Obreros, puesto que su principal finali­dad, es la de Procurar Ventajas Económicas a sus miembros, estas Orga­nizaciones se dividen en tres clases; la de CONSUMO, en la que se suprime la acción de los intermediarios, adquiriendo los elementos necesarios, di­rectamente de quienes los producen; la de CRÉDITO MUTUO, en la que se establece una Caja Común, misma que por medio de préstamos, atiende a las necesidades de las pequeñas industrias o actividades a que se de­dican sus asociados; y la de PRODUCCIÓN, cuyas tendencias, son las de suprimir al Patronato, aportando los mismos Obreros, constituidos en Ca­pital y en Trabajo, lo necesario para obtener la producción que se requie­re; a la SOCIEDAD OCCIDENTAL, que es una organización, que se forma sin establecer un Grupo formal entre sus miembros, sino que únicamente intervienen para realizar determinadas operaciones comerciales, entre al­gunas personas o empresas, cuando existe la oportunidad para hacerlo; también podemos referimos a la SOCIEDAD CONYUGAL, de novísima creación, la cual establece los requisitos económicos en que se unen los Esposos, para formar y vivir dentro del hogar; además existen otras varie­dades de SOCIEDAD, que por lo regular, poco se constituyen razón por la cual, no nos ocupamos de dar explicaciones sobre su organización y fun­cionamiento en la práctica.
Sin embargo, se entiende que la base principal, para que una SOCIE­DAD de la índole profana se organice, subsista y progrese, se hace nece­sario que entre sus miembros, impere la UNIÓN, la DISCIPLINA y la HONRADEZ, para operar en todas, sus actividades, sin cuyos requisitos, es muy fácil que vayan al FRACASO.

Pero por lo que respecta a nuestra AUGUSTA INSTITUCIÓN, no cabe la menor duda, Que es una verdadera SOCIEDAD, constituida por hombres LIBRES e INDEPENDIENTES, respetuosos de sus compromisos, y dispuestos siempre a cumplir con sus Deberes, cuya divisa; desde tiempo inmemorial, han sido practicar la MORAL, la TOLERANCIA y la FRA­TERNIDAD, puesto que en esa forma, se ha venido sosteniendo, a través de la sistemática OPOSICIÓN y de la tenaz PERSECUCIÓN de que ha sido objeto, juntamente con sus miembros, de parte de los ABSOLUTISTAS, de los DÉSPOTAS y de los TIRANOS, que aún existen para anatema de los Pueblos que todavía dominan sobre la superficie del Globo, pero que no obstante a esa enconada OPOSICIÓN, unida a la acción perniciosa de los SECTARISTAS, que se basan en el oscurantismo de las masas Po­pulares, para lograr inculcar sus CREENCIAS y sus COSTUMBRES bajo el peso de un mal entendido FANATISMO, sea dentro del orden SERVIL o del RELIGIOSO;la SOCIEDAD MASÓNICA, sigue adelante en sus pro­pósitos y en sus conquistas de emancipación individual y colectiva, dentro del género humano, labor que incuestionablemente ha costado innumera­bles vidas, pero que todas han sido inmoladas, con la convicción de que esa SANGRE DERRAMADA, ha venido fertilizando, cada día con mayor fuerza y vigor, los IDEALES que necesita la humanidad, para lograr sos­tener una PAZ UNIVERSAL, FIRME Y DURADERA.
   

Consiguientemente, si analizamos esos razonamientos, queda demos­trado que la Segunda Pregunta que se nos hace, por medio de la Plancha Triangular, contienen la esencia misma, de lo que estamos llamados a desarrollar, así como también nos da la idea del papel que representamos ante nuestros semejantes, puesto que al mismo tiempo nos indica, el con­cepto que debemos tener, sobre nuestra propia actuación, para conducir­nos dentro del ambiente SOCIAL en materia profana, precisamente antes de iniciar nuestros pasos, hacia la senda que nos conduce, por el camino de la VIRTUD, de la VERDAD y de la LUZ SUPREMA con que ilumina nuestro entendimiento la Masonería, en el sentido Filosófico, co­nocimientos que sólo dentro de nuestra Institución, se pueden adquirir.

 En efecto, podemos asegurar que las enseñanzas Masónicas, dentro del Simbolismo, contienen infinidad de Doctrinas Morales que debemos conocer, para poder vivir en forma adecuada a nuestras costumbres y entre todos nuestros semejantes, lo que quiere decir, que poseen la técnica necesaria, sobre los conocimientos más adelantados en la ÉTICA SOCIAL, mismos que debemos estudiar, para aprender a conducimos, dentro del seno de la FAMILIA, entre la SOCIEDAD misma; así como por lo que respecta a nuestros DEBERES CÍVICOS para con la Patria y para con la Humanidad, instituciones a las que por todos conceptos, debemos SERVIR y ser ÚTILES en relación con todas aquellas actividades, que tengan una aplicación directa o indirecta, para ser impartidas a nuestros Semejantes.

En consecuencia no hay más que reconocer, que la ÉTICA MASÓNICAA, la SOCIAL, la PRIVADA y la INTIMA, constituyen uno de los más esenciales principios, que dan origen a la UNIÓN, a la ARMONÍA y a la FRATERNIDAD que deben imperar, para mantener muy estrechas las rela­ciones entre todos los Seres Civilizados; circunstancia por medio de la cual, nosotros los Masones; como una obligación sagrada que cumplir, debemos buscar por todos los medios posibles, y bajo un ambiente FRA­TERNAL, acercamiento SOCIAL, que nos une estrechamente, con todos los hombres que nos rodean, no importa la Raza a que pertenezcan, ni mucho menos sus creencias religiosas, ni sus ideas políticas, ya que nues­tra misión sólo consiste, en fomentar el desarrollo de una labor franca y sincera, que nos permita llegar hasta el conocimiento y la aplicación, de los grandiosos preceptos contenidos en la CONFRATERNIDAD UNIVER­SAL, misma que nos facilita disfrutar, de las relaciones Familiares, de procurar honradas expansiones, de hacer conocer nuestras Sanas Costum­bres. de poder elevar nuestra categoría intelectual; así como proceder a demostrar en toda ocasión, que se presente, la ESMERADA EDUCACIÓN, que hemos recibido, dentro de la Escuela Filosófica. impuesta por los Altos Ideales Masónicos.

Por esa razón notaremos, de un modo completamente irrefutable. que todo aquel hombre, que dentro y fuera de los Templos Simbólicos, prac­tique las nobles, elocuentes y sabias MÁXIMAS, cuyos principios llevan como única finalidad, la de dar a conocer las VIRTUDES HUMANAS, para bien propio y el de nuestros semejantes; ese individuo tendrá que hacerse notable en todas partes del Mundo, en que haga notar su acción MORA­LIZADORA, puesto que; de la propia Masonería, han surgido el mayor número de FILÓSOFOS, de MORALISTAS, de LEGISLADORES, de ESTADISTAS y de DEMÓCRATAS, que han conducido a la SOCIEDAD y a Pueblos enteros, por el camino del BIEN, del PROGRESO Y de la FELI­CIDAD a que tiene derecho, todo género Humano.

Consecuentemente, esas actividades SOCIALES y CÍVICAS, que pro­pagan las enseñanzas Masónicas, nos indican claramente, que para los Miembros de la Orden, no existe más SATISFACCIÓN que lo ENORGU­LLEZCA, ni TRIUNFO más grande obtenido, sobre la superficie de la tierra; que el de saber confundirse, sin RECELO ni ARGUCIAS, entre todas las Razas Humanas que se conocen, impartiendo sus conocimientos de alta MORAL y de CULTURA, para lograr inculcarles los sentimientos Sublimes de la AFECCIÓN, de la ARMONÍA, de la BENEVOLENCIA, de la TOLERANCIA y de la UNIÓN, como cualidades que sirven de eterno pedestal, a la CONFRATERNIDAD UNIVERSAL.

Otro de los Deberes más Sagrados, en materia Moral Filosófica, que indispensablemente es de nuestra obligación cumplir, dentro de la propia SOCIEDAD, entre los Pueblos y aún dentro de la misma Humanidad, es la de contrarrestar con toda diligencia, la de combatir con PRUDENCIA y la de evitar con Serenidad y Energía, las causas y los motivos que originan a los VICIOS MORALES y MATERIALES; procurando hacer ver los terribles ESTRAGOS, que ocasionan entre las costumbres de nuestros semejantes, la CORRUPCIÓN INSANA de los buenos modales, lo que in­dica también, que hay que eliminar en forma radical, la DISOLUCIÓN ESCANDALOSA de la conducta del individuo, así como la práctica de las Ideas contenidas en los Falsos Sofismas, mismos que de manera directa, nos conducen hacia el FANATISMO y a la perdición de los instintos, que dañan a la conciencia del hombre Honrado; pero también debemos corre­gir, por medio del convencimiento y de la persuasión, a quienes hayan Caído en las garras de la POLÍTICA VICIOSA, factores todos ellos, que por desgracia, sólo minan el espíritu de Bondad y de buena Fe, de las Almas Nobles, para lograr dividir a los hombres y desviados por el cami­no de la FALSEDAD, de la PERVERSIÓN y del EGOÍSMO, lacras SOCIALES que irremisiblemente labran la RUINA de todo el género huma­no, con perjuicio de la ARMONÍA, de la PAZ y del PROGRESO de los PUEBLOS.

También es un deber de los Masones, hacer entender al Mundo ente­ro, que la DIVERGENCIA y la SUPERIORIDAD establecida entre las diferentes Razas que pueblan la superficie de la tierra, tratándose del sentido HUMANO; no debe existir, porque eso sería sembrar ODIOS y co­sechar VENGANZAS, ya que la razón, el entendimiento y el criterio de los hombres, cuyas VIRTUDES son innegables; nos hacen ver que todos los seres racionales somos iguales, y tenemos los mismos derechos, dentro del conglomerado SOCIAL, pues todo depende de la EDUCACIÓN y de la PREPARACIÓN intelectual que se les imparta, para el fin de que adquie­ran determinada CIVILIZACIÓN que les permita a esas RAZAS, alternar dentro del medio en que justamente lleguen a colocarse; y como es natu­ral, todo eso depende de la efectividad de nuestra, labor decisiva, en el combate del SABER, en contra de la IGNORANCIA, que dará el triunfo de la VERDAD, en contra de la MENTIRA, pues sólo de esa manera, lo­graremos desterrar de la mente de esos hombres, que pertenecen a las RAZAS que se señalan como INFERIORES, los sentimientos de la DESCONFIANZA, y los del TEMOR; para poder conseguir eliminar los REN­CORES, que anidan sus corazones en contra de quienes calculan ser sus enemigos, o de los que en forma directa o indirecta les han causado algún mal; sólo en esa forma, lograremos nosotros los Masones, cumplir con otro de nuestros más Sagrados DEBERES, para con nuestros semejantes, pero de todos modos, se hace necesario, no omitir ESFUERZO ni SACRI­FICIO alguno, para conseguir establecer, los lazos que la verdadera UNIÓN UNIVERSAL debe estrecharnos, para BIEN y la PROSPERIDAD de la to­talidad de las RAZAS HUMANAS conocidas hasta la fecha.

Por lo mismo, y desde luego, comprendemos que la mejor manera de desarrollar, una labor de acercamiento SOCIAL y de crear SIMPATIZADO­RES y ADEPTOS, que sepan interpretar la verdadera misión que nos co­rresponde llevar a la práctica; y palpen las ventajas que se adquieren, mediante la aplicación de las Doctrinas Masónicas; consiste también, en saber señalar de una manera consciente y razonable a nuestros semejan­tes, el sendero más seguro, recto y libre de obstáculos, para adquirir los conocimientos en las materias de enseñanza, que nos conducen al descu­brimiento de lo que efectivamente es la VERDAD SUPREMA.

Además, otro de los razonamientos que podemos poner de manifies­to, para demostrar el verdadero papel que representamos, dentro de nues­tras actividades SOCIALES, para conseguir ser ÚTILES y SERVIR desin­teresadamente a nuestros semejantes, consiste, sin género de duda, en saber guardarles las Consideraciones que se merecen, guiándolos por el camino del BIEN, aconsejándolos con sabias enseñanzas, haciéndoles ver sus ERRORES: corrigiéndoles sus faltas; pero jamás debemos ATACARLOS o PERSEGUIRLOS, a consecuencia de sus OPINIONES POLÉMICAS, ni por causa de sus CREENCIAS RELIGIOSAS, puesto que ya sabemos que nuestra misión, para todos esos casos, sólo se limita a impartir los sublimes principios, que demandan las VIRTUDES HUMANAS, es decir, para llamar por la senda de la VERDAD y de la RAZÓN, a quienes se desvían o mal interpretan sus POSTULADOS; pero aún así, debemos mar­carles el camino, en forma juiciosa, serena y Fraternal, para no exponernos a herirles su Susceptibilidad ni su Delicadeza, mucho menos sus CONVICCIONES; puesto que muchas veces, pueden salirse de la Línea Recta que les marcan sus deberes, al tratar de expresar sus IDEAS o de EMITIR SUS OPINIONES, lesionando los DERECHOS DE LOS DEMÁS.

Por ese motivo vemos que el Masón, al ejecutar su obra MORALI­ZADORA y DESFANA TIZANTE, en cualquier lugar del Mundo en que resida, se concreta en ocasiones; a ENJUGAR LOS MARES DE LAGRIMAS, QUE AUN DERRAMA LA HUMANIDAD DESVALIDA, en medio de la DESESPERACIÓN y SUMIDA ENTRE LAS MISERIAS DE LOS PUEBLOS, en cuyo caso, ahí es donde existe el campo propicio, para des­arrollar la labor Masónica, que en todo tiempo procura DESTRUIR a las INJUSTICIAS de los PODEROSOS, y combate, por todos los medios y sistemas a su alcance, los REGIMENES TOTALITARIOS, establecidos pa­ra ESCLAVIZAR a la conciencia del individuo, y poder COARTARLE SUS LIBERTADES a que tiene derecho, como hombre INDEPENDIENTE; es por eso también, que nosotros los Masones, sin TEMOR A NADA NI A NADIE, debemos ir al sacrificio Moral y Material, cuando se trata de SALVAR a los PUEBLOS, de la IGNORANCIA y de la OPRESIÓN, con el fin de hacerlos que reclamen, sus LIBERTADES y su INDEPENDEN­CIA, Y de esa manera puedan renacer, haciendo imperar, los Sagrados Principios que demandan la INDULGENCIA, la VIRTUD, la RAZÓN y la JUSTICIA, como Faros resplandecientes que iluminan a las Grandiosas Columnas, que sostienen de manera firme e imperecedera, a las Máximas en que descansan o se apoyan los sublimes CONCEPTOS que establecen EL RESPETO AL DERECHO AJENO.

Como ya hemos conocido más o menos cuales son nuestros deberes para con nuestros Semejantes. en relación, con los sentimientos, de FRA­TERNIDAD. Ahora nos corresponde estudiar de una manera detallada, el Principio inmutable, que encierra la TOLERANCIA, aplicada, dentro de todos los aspectos SOCIALES. Puesto que su implantación, muchas veces da lugar determinados abusos, a cometer algunos excesos y a establecer determinados modalismos. Cuya interpretación redunda en perjuicio, de las diferentes COSTUMBRES HUMANAS, cuando por alguna circunstancia, no se aplican en forma completamente clara y precisa en todas sus acepciones.

Sin embargo, es indudable que la TOLERANCIA, es una gran Cuali­dad, que sólo el Hombre VIRTUOSO, puede llevar a la práctica con determinada facilidad. puesto que sus finalidades, son muy difíciles de comprender en forma consciente, cuando se trata de buscar el beneficio perso­nal o colectivo; sea para establecer la diversidad de Reglamentos. o para interpretar los preceptos contenidos en las Leyes Escritas; pero es así como llegamos al convencimiento, de que tendrá que ser la CONCIEN­CIA, el RACIOCINIO y la INTELIGENCIA del hombre preparado, lo que deba resolver esa INTERPRETACIÓN que se da a la TOLERANCIA, pues­to que para ello, se hace necesario hacer grandes sacrificios Morales y Materiales. en bien de la SOCIEDAD en que desarrollamos nuestras actividades.

Para el efecto, tal vez la TOLERANCIA puede ser una VIRTUD, que dignifique al individuo que sabe vivir en forma ARMÓNICA entre sus se­mejantes; lo que indica, que viene siendo también, una CUALIDAD esencial y propia para el FILÁNTROPO, puesto que de una manera precisa y palpable, le facilita su labor SOCIAL, y conquista irremisiblemente a los Corazones Nobles; ya que sin ese principio MORAL. no podrán existir los Lazos de Unión. que exige la ARMONÍA para el fin de que subsista la SOCIABILIDAD, para que haya FRATERNIDAD, para que se asegure una PAZ DURADERA, y para poder crear la plena CONFIANZA entre todos los hombres.

Por otra parte, es indiscutible que la TOLERANCIA, trae como consecuencia directa, los sentimientos, de donde emana la AMISTAD, para después convertirla en INTIMIDAD personal, misma que tiende a conquis­tar los CORAZONES sinceros, y por razón natural, por ese medio se logra ganar las VOLUNTADES, que sin duda son las que fomentan la CONFIANZA y estrechan las RELACIONES SOCIALES; al mismo tiempo nos permitimos afirmar, que también existen la TOLERANCIA RELI­GIOSA y la TOLERANCIA POLÍTICA, para ser admitidas y respetadas, siempre que sus Máximas y sus preceptos se consideren como de reco­nocida Nobleza. lleven como principio a la Alta MORAL y que su finalidad sea RAZONABLE, para que no perviertan a la CONCIENCIA HU­MANA, lo que indudablemente y con Justicia debemos aceptar, para ase­gurar el BIENESTAR de los Hombres y la PAZ DEL MUNDO.

Sin embargo, siempre hemos creído, que la TOLERANCIA RELI­GIOSA, se practica con el fin de RECHAZAR al FANATISMO, y para lograr eliminar a los Espíritus Turbulentos que lo ADMITEN; puesto que es indudable también que la TOLERANCIA, en este caso, comulga con todos los sistemas adoptados por las RELIGIONES, cuya base es la SANA MORAL; porque, sin alterar las Creencias ni las Convicciones particula­res del individuo, sostiene los principios que demanda la ÉTICA SOCIAL, fomentando también la propia CONFIANZA entre todos los hombres CREYENTES, que forman el conjunto ARMÓNICO de Homenajes, a la Gloria del SUPREMO CREADOR, como punto de partida de donde nace, el principio inviolable de la LIBERTAD DE CONCIENCIA.

En cuanto a la TOLERANCIA POLÍTICA, es igualmente una de las CUALIDADES, aplicable a todas las costumbres propias del Hombre Pú­blico, pero siempre que de manera SANA y fuera de PREJUICIO que mar­can el interés personal o el particular; sostenga sus IDEALES o sus AMBICIONES, basadas en el más absoluto RESPETO a las opiniones ajenas; pero qué en todo caso, se pueden COMBATIR, cuando en realidad re­presentan una AMENAZA o un PELIGRO, para la Armonía Popular o para la PAZ PUBLICA, en cuyo caso, será la PRUDENCIA, la RAZÓN y la JUSTICIA, aplicadas por el Criterio del Hombre Consciente, lo que deba resolver una situación provocada, en contra de la SOCIEDAD, pues­to que de ahí nace precisamente, la elocuente Máxima, que se refiere a LA LIBERTAD DEL PENSAMIENTO.

Finalmente, se nos presentan los conceptos vertidos por la TOLE­RANCIA MASÓNICA, que establecen los sublimes preceptos, que deben guiar a todos los actos o a las acciones humanas, así sean las del HOM­BRE DE ESTADO, las del SABIO, las del PONTÍFICE, las del FILOSO­FO, las del ARTISTA, las del EMPRESARIO, las del COMERCIANTE y en general, ‘las de todos los hombres, por insignificante o humilde que sea su ACTUACIÓN SOCIAL.

Pero también debemos tener presente que todos los Masones, antes de haber recibido los refulgentes rayos de la LUZ DE LA VERDAD, en el interior de los Templos de la Sabiduría, es indudable, que al igual que todos llevó grabadas en su mente, las IDEAS propias de sus PASIONES HABITUALES, en el orden Profano, mismas que posteriormente modelan, al imponérseles la TOLERANCIA que modifica el Carácter del hombre; puesto que, si no se hiciera sentir su NOBLE ACCIÓN, de seguro que se provocaría un desquiciamiento MORAL, cuyo efecto sería cada vez más VIOLENTO, y DESORDENADO, si se toma en consideración la DIVER­SIDAD de opiniones, y la forma de querer cada quien, hacer VALER su VOLUNTAD, sin medir las consecuencias; por eso hemos demostrado, que la TOLERANCIA, viene siendo la FIEL CONSERVADORA de la ARMONÍA, de la RAZÓN y de la JUSTICIA, como un digno tributo, que cordialmente debe rendirse a la SOCIEDAD en general; y por ese motivo, es por lo que eternamente en forma simbólica, Preside los Trabajos de nues­tras Logias, como un influjo que JAMÁS dejará de imperar; ésta., en tanto que los VICIOS, la IGNORANCIA, el FANATISMO, y las AMBI­CIONES humanas, hayan desaparecido de la Superficie de la Tierra.

Ahora bien, por lo que respecta a la FRATERNIDAD entre los MA­SONES, no cabe duda que es otro principio SOCIAL, que nosotros los miembros, de la Institución, debemos practicar y fomentar entre nuestros semejantes, para conseguir asegurar la estrecha UNIÓN entre la FAMILIA, entre la SOCIEDAD, entre los PUEBLOS y aún dentro del seno de la HUMANIDAD, tomando en cuenta que constituye el BIEN ARMÓNICO, que irremisiblemente asegura la PROSPERIDAD del hombre.

Por esa razón los Masones, animados por los sentimientos, y el Espíritu de la CONFRATERNIDAD UNIVERSAL desconocen al ODIO, ol­vidan los RENCORES, eliminan a la ENVIDIA y destruyen en forma radical, al EGOÍSMO INSANO, puesto que, una vez unidos todos, por la inter­minable Cadena de Preceptos MORALES, rinden culto a la GENEROSIDAD, a la BENEVOLENCIA y a la TOLERANCIA, buscando, sus perfec­cionamientos Físico e Intelectual, con el fin de demostrar en cualquier instante; que si real y positivamente, la IMPERFECCIÓN es un defecto inherente a la Especie Humana; no deja, por ese sólo hecho, de sostener el concepto, más puro y digno que tenemos, acerca de las Máximas que propagamos, para combatir las TENDENCIAS TORCIDAS y la ACCIÓN MALÉFICA de los AMBICIOSOS; así como para cultivar, fomentar y practicar las VIRTUDES HUMANAS, que poseen los HOMBRES BUENOS y conscientes de sus ACTOS.

Consecuentemente, la FRATERNIDAD MASÓNICA, dentro del orden SOCIAL, constituye una VIRTUD que alienta a los Espíritus y mitiga las PENAS Físicas, Morales y Espirituales, lo que contribuye a alcanzar, la verdadera FELICIDAD para todos los Hombres, a la vez que tiende a distribuir, durante nuestro corto viaje, por el Sendero de la Vida, los BENE­FICIOS que la existencia ha inspirado al Masón, dentro de las enseñanzas Simbólicas, y Filosóficas, impartidas dentro de los Templos de la Sabiduría.

Para terminar, sólo nos resta hacer saber, que existe otro SACRIFICIO para nosotros, el que consiste en procurar MERECER la ESTIMA­CION, y hacerse acreedor del APRECIO de quien nos protege y nos con­serva; seamos pues, todo un ejemplo de Moralidad; de Civismo, de VIRTUDES, para que inspiremos a nuestros Semejantes, que se inclinan siempre, por Hacer y Practicar el BIEN, con el loable propósito de adqui­rir, el HONROSO TITULO DE HERMANOS, compenetrados de que, es una estricta obligación, la de PROPAGAR, entre todos los hombres, los Nobles y Sublimes sentimientos, contenidos dentro de las Máximas. que se imparten en favor de la CONFRATERNIDAD MASÓNICA.

Tal es en resumen. el concepto que la Masonería, se ha formado, den­tro de las enseñanzas del Primer Grado; acerca de los DEBERES QUE EL HOMBRE TIENE PARA CON SUS SEMEJANTES. Y por lo mismo, son sus principios y sus preceptos, los que debemos practicar, dentro del Seno de la MISMA SOCIEDAD.

Por último, queda aquí demostrada plenamente, la enseñanza Filo­sófica contenida en el Noble y. Leal LEMA que dice: TODOS PARA UNO, y UNO PARA TODOS, que constantemente se nos recuerda, al finalizar las Tenidas en las Logias.


Recuerda siempre la diferencia está en ti, en cambiar la vida y la humanidad…
SANTIAGO DE CHILE 2013
FELILUXOR FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO
A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA. POR UNA ALIANZA FORTALECIDA EN LA CONSERVACIÓN A LO QUE NUESTRO PADRE DE LOS MUNDOS NOS HA DADO COMO HERENCIA KARMICA. 

FIAT LUX
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
AMONRA CHILE
UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO….


Red de luz interior internacional Amón ra Chile

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